Hace algún tiempo compartimos un artículo en el que hablábamos de la Voz y el Carácter, donde introducíamos la teoría de que nuestra forma de hablar refleja nuestra personalidad.
Desde comienzos del siglo XX viene estudiándose como ciencia la relación entre la comunicación lingüística y el carácter, investigando los procesos lingüísticos por un lado y, por otro, los factores emotivos, los procedimientos del pensamiento, el entorno social y las variables de la personalidad.
En el desarrollo de la palabra de cada persona influyen dos factores fundamentales: Uno es el genético, que interviene en el registro, volumen, timbre, nasalización (entre otros rasgos) de la voz; y el otro el ambiental, ligado al lenguaje: dicción, cadencia, afectación, modulación…
Profundizando y trabajando cada rasgo del lenguaje por sí mismo, podemos ser capaces de dominar nuestra manera de hablar y la forma en la que queremos mostrarnos ante los demás.
Por ejemplo, una voz con un timbre monótono nos habla de personas sencillas y sinceras, muchas veces con falta de entusiasmo. Un timbre variado, presenta a personas complicadas, con un cociente intelectual muy alto, que prefieren tomar caminos con giros inesperados.
De esta manera, según los rasgos de personalidad, podemos ser capaces de definir las características de la voz de cada uno.
Conociendo a nuestros queridos personajes cervantinos, ¿cómo serían los tipos vocales de Don Quijote y Sancho Panza según su personalidad?
Don Quijote
Registro grave con tendencia a profundizar; volumen bajo, introvertido; timbre variado, con complicaciones; nasalización media, entre maduro e inmaduro; dicción sucia, con inhibiciones y complejos; cadencia media, entre emotivo y racional; afectación inexistente, por la consideración correcta de si mismo y modulación con reiteraciones, inseguro.
Sancho Panza
Registro agudo, superficial; Volumen alto, extrovertido; timbre monótono, sencillo; nasalización inexistente, maduro; dicción limpia, desinhibido; cadencia lenta, racional; afectación inexistente y modulación segura, sin reiteraciones ni insistencias.
Interesante ¿verdad? ¿Creen que puede mejorar nuestra comunicación con los demás siendo conscientes de este factor?
Continuaremos tratando este tema en próximas publicaciones.