5 Fórmulas para dejar de posponer

¿Es usted un posponedor? Es decir ¿suele confiar en que mañana hará aquello que hoy no hace? Si es como la mayoría de las personas, la respuesta a la pregunta es sí.Por desgracia, no existe un mañana. Para los que creen que sí, mañana es el día que comenzarán su viaje hacia el éxito y la riqueza. Mañana es el día en el que trabajarán más, cambiarán de hábitos, buscarán un trabajo mejor, pagarán las deudas,… Pero el mañana nunca llega y esas vidas tan prometedoras se desvanecen por el hábito de posponer.

Posponer todo aquello que queremos hacer pero que por alguna razón posponemos, puede resultar un modo de vida muy agotador.

Donald Marquis definió la postergación como “el arte de mantenerse en el ayer”. Funciona de esta manera: Sabemos que hay ciertas cosas que queremos hacer, no porque otros lo hayan decidido sino porque nosotros las escogimos. Sin embargo, muchas de ellas nunca las haremos, a pesar de no dejar de repetirnos lo contrario.

Decidir hacer algo en el futuro cuando podríamos hacerlo ahora es un sustituto aceptable para hacerlo y nos permite auto engañarnos con el pretexto de que en realidad no pasa nada por posponer lo que habíamos dispuesto hacer.  Es un sistema muy práctico que funciona más o menos de esta manera: ”Sé que debo hacerlo, pero en realidad tengo miedo de no hacerlo bien, o de que no me guste hacerlo. Por lo tanto, me diré a mi mismo que lo haré en el futuro, y así no tendré que admitir que no voy a hacerlo. De esta manera me resulta más fácil aceptarme a mí mismo”. Este es el tipo de razonamiento conveniente pero falaz que entra en juego cuando nos enfrentamos a tener que hacer algo que nos resulta desagradable o difícil.

Para dejar de tener este mal hábito de posponer vamos a compartir 5 fórmulas que nos ayudarán a ser capaces de enfrentarnos en el día a aquello que no queremos hacer:

Fijarse una fecha y un tiempo límite para dedicarexclusivamente a la tarea que posponemos (digamos el martes de 9 a 9.15). Descubriremos que 15 minutos sonsuficientes para salvar el escollo.

Preguntémonos: ¿Qué es lo peor que podría pasar si hago ahora mismo lo que estoy posponiendo? Evaluemos el miedo y no tendremos motivos para seguir aferrándonos a él.

Eliminar las palabras “espero”, “deseo” y “quizá” de nuestro vocabulario. Son las herramientas de posponer.

Decidir no sentirse cansado hasta el momento de ir a la cama. No utilizar la fatiga o la enfermedad como excusa.

Planificar y priorizar las tareas que no nos gustan.

Posponer no soluciona el problema. Para cambiar los resultados hay que cambiar los hábitos. Éste es uno de los importantes.Curso: Gestión Eficaz del Tiempo . Máximo 12 participantes por convocatoria. Pincha aquí y solicita más información